Obviamente como Directora de Sucursal, no representa los valores y comportamientos que la organización promueve.
A pesar de su cargo, sus decisiones y actitudes van en contra
de la evolución cultural deseada por la empresa.​

1. No pone al cliente en el centro:​

• • Eva prioriza la eficiencia operativa y los resultados a corto plazo por encima de la experiencia del cliente.​
  • Ve a los clientes como una “tarea que resolver” y no ​como relaciones que construir.​

2. Carece de empatía y flexibilidad:​

• • Muestra poco interés en comprender las necesidades ​reales de los clientes o adaptar soluciones a sus situaciones personales.​
  • Considera que dedicar tiempo a escuchar es una pérdida ​de productividad.

3. No confía ni da autonomía a su equipo:​

• • Cuestiona constantemente el tiempo y la manera en que sus compañeros trabajan, desvalorizando la dedicación que muestran.
  • Busca controlar desde la desconfianza, sin fomentar la colaboración ni el aprendizaje.​

4. Se resiste al cambio cultural:​

• • Defiende una cultura antigua, centrada en el cumplimiento rígido, la rapidez, y la gestión por números, en lugar de ​por impacto.​
  • Muestra una actitud sarcástica o despectiva frente a nuevas formas de trabajar más humanas y sostenibles.​